¿Por qué creer en México? ¿Por qué invertir en Bienes Raíces?
Estamos viviendo una etapa de contagio en México, el 90% de los titulares en los medios de comunicación hablan sobre inestabilidad, corrupción, desaceleración y últimamente, recesión. Diariamente estamos expuestos a este ruido que lo único que provoca es incertidumbre colectiva. ¿Qué sucede si colectivamente, por miedo, frenamos el dinamismo que generamos en todos los sectores durante la última década? ¿Qué sucede si detenemos inversiones, si empezamos a ser demasiado cautelosos, si empezamos a invertir nuestro capital en otros países, cuando hoy se necesita aquí? Estaríamos logrando que aquello que tememos, se vuelva realidad.
Como empresarios, inversionistas y consumidores, tenemos la responsabilidad de mantener este ímpetu y continuar con este ciclo expansivo de nuestra economía, de nuestro país. Dependemos de nosotros mismos y no debemos frenarnos. Tanto anhelamos un cambio, un México mejor, una economía de primer mundo, son estas las decisiones que nos hacen grandes. Todo empieza en nosotros.
Como preámbulo quiero recordar que en el 2008-2009 estalló la burbuja inmobiliaria más grande de la historia, hecho que afectó principalmente a Estados Unidos, seguido de prácticamente todas las grandes economías del mundo, con excepción de dos países, México y Alemania. Posterior a este hecho, han venido 10 años alcistas en el mercado inmobiliario mundial.
Considerando lo anterior, 10 años atrás una inversión en una vivienda (de tipo residencial/residencial plus en adelante) por $1'000,000 de pesos que se haya hecho en el año 2009 (justo después del crash Inmobiliario en Estados Unidos) en las ubicaciones: Zona Metropolitana de Guadalajara, Riviera Maya, San Diego y Houston nos traería al finalizar el año 2018 (periodo de 10 años) los siguientes resultados:
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ZMG: $3'764,800 pesos pesos (considerando un CAP Rate 5%)
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Riviera Maya: $ 4'975,500 pesos (considerando un CAP Rate 7%)
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San Diego: 3,391,323 pesos (considerando un CAP Rate 4%)
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Houston: $3'275,198 pesos (considerando un CAP Rate 4.5%)
*Contemplando plusvalía y renta anual del inmueble y sin tomar ninguna renta.
El resultado en pesos ya incluye la apreciación del dólar frente al peso en este periodo que fue de en total 41.8%, con un promedio anual de 4.18%.
Es importante mencionar algunos antecedentes más para una evaluación objetiva. Meses antes de esta década, hubo una depreciación de entre un 30% y 35% del valor de la vivienda en Estados Unidos, el cual, junto con Reino Unido, fueron los principales países afectados en sus valores por esta situación. Aunque no afectó en la misma dimensión, esta depreciación se observó en todas las grandes economías del mundo (que ofrecen datos confiables) a excepción de dos: México y Alemania. En estos mercados inmobiliarios se observó una plusvalía del 4.9 y 2.0 % respectivamente. Por último, hay que considerar que en este periodo de crisis el peso se devaluó aproximadamente 25% (considerando el valor USD/MXN promedios del 2008 y 2009) que sería la contraparte de la gran depreciación de la vivienda en Estados Unidos, hecho que en una situación similar, sería muy complicado repetir en una magnitud similar, al hoy ser el momento de la historia más competido entre las naciones potencia por ser la divisa de resguardo, entre otros factores.
Resumiendo las cuentas de este ejercicio, el diferencial de las ganancias entre la inversión de la ZMG y Houston, por ejemplo, sería del 15% y de Riviera Maya y San Diego del 46% ¿Grata sorpresa?
Invito al mexicano a que continúe creyendo en México por encima de todo, por encima de que no coincidamos con algunas o muchas de las decisiones de esta nueva administración del país, a la cual creo que le debemos de dar el beneficio de la duda. Hay que recordar siempre que a mediano y largo plazo, las señales sobre el crecimiento de la economía de México son claras y positivas: el libre comercio está garantizado, la inversión extranjera directa sigue creciendo, el T-MEC; por otro lado, la posición geográfica y el inminente fortalecimiento de un bloque fundamental y estratégico son factores que indican que la región continuará siendo protagonista en el mundo y que somos la decimoquinta economía más grande en el mundo.
No castiguemos más el crecimiento económico de México por nuestros fantasmas y miedos que, creo yo, están fundamentados en el pasado, la realidad de HOY es otra: en poco más de 30 años se ha reducido la brecha del PIB per cápita entre México y la economía más grande del mundo en un 42% (aproximadamente).
Recordemos que la gran parte de lo que sucede en nuestro país, está en nosotros. Encontremos tranquilidad en la visión de que el mediano y largo plazo del país es y seguirá siendo alentador y no descartemos una grata sorpresa en el corto plazo.